viernes, 27 de febrero de 2009

Después de años de silencio obligado, Liam Howlett, con sus bailarines favoritos: Keith Flint y Maxim Reality; vuelven a las pistas de baile con un disco fuerte, que si bien dicen que "vuelven a sus raíces" como banda, la verdad es que hay que desmentirlo en cierto aspecto. The Prodigy, señores, está sonando potentísimo, y si hablan de "raíces", yo creo que se refieren a esos aires medios "techno-de-gimnasio" que lamentablemente poseen algunos tracks.
A pesar de lo último mencionado, Invaders Must Die es un discazo, analizable una y otra vez, por el empleo desenfrenado -pero siempre inteligente- de beats renovados y sonidos readaptados.
Aquí va el disco.
INVADERS MUST DIE
Etiquetas: BIG BEAT
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